Aura


Aura, en griego, significa "Brisa" y en latín "Emanación"



No podemos dejar de hablar del "Aura" cuando hablamos de energía, alma y espíritu, el aura (emanación o brisa) es utilizada para referir la aureola de luz que rodea a los seres vivos e incluso a objetos inhanimados.
El aura (campo energético o electromagnético que nos rodea) es parte de la energía cósmica que rodea a todo lo que es y existe. El aura está íntimamente ligada a la luz, a los rayos solares y a los colores del Arco Iris.  Estos colores se manifiestan en el campo electromagnético de los organismos irradiando una luminiscencia imperceptible a simple vista por el ojo humano y que varía en intensidad, tono o color, según el estado de ánimo físico o emocional.

En el siglo XVII se ridiculizó cualquier intención de demostrar lo que - hasta entonces- era sólo una teoría, pero a principios del siglo XX con el descubrimiento de la fotografía "Shlieren" y más tarde (1939) con la fotografía "Kirlian" se demostró que los organismos tienen un campo electromagnético.
Durante siglos, médicos y filósofos como "Parecelso o Galeno" ya señalaron la existencia de una sustancia de luz que impregnaba  el Universo y cuyo desequilibrio podía dar origen a muchos conflictos.

El Aura humana es el reflejo de la combinación entre los cuerpos inferiores  y superiores del hombre, creado en el conjunto de la columna vertebral  produciendo emanaciones o brisas  conocidas como campo energético o electromagnético.
Al Aura humana se le conoce también como "huevo áurico" por la forma que adquiere. Este "huevo áurico" puede ampliarse (hacerse más grande), en función de la energía  que emane, a mayor conciencia espiritual más luz irradia el campo energético de la persona. Nuestro campo electromagnético está influenciado por el campo electromagnético de las ondas de lo que nos rodea y del propio campo de ondas del Universo.

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